Internet, buen tiempo, cansancio... siempre tenemos una excusa para no estudiar, hasta que llega el día anterior al examen y no podemos alargarlo más.

● Debes crear una rutina de estudio. Con el tiempo, tu cuerpo se acostumbrará y será más sencillo. Estudiar todo el día anterior no siempre te funcionará.
● Utiliza premios para motivarte. Por ejemplo, cuando termines de estudiar puedes comer algo que te apetezca, ver un capítulo de una serie que te guste...
● Aprovecha el tiempo. No mires en móvil ni pierdas el tiempo con distracciones. Si en casa no eres capaz de concentrarte, prueba a estudiar en una biblioteca.
● Siempre que tengas una duda, pregunta. No lo dejes pasar, porque sino se te acumulará y luego no serás capaz de seguir el ritmo de la clase.
● Realiza pausas. Tómate un descanso cada 45-50 minutos. Puedes hacer algo creativo durante unos minutos para relajarte: dibujar, tocar algún instrumento, bailar...
● Duerme y aliméntate correctamente. Depende de cada persona, pero la media saludable son 8 horas diarias de sueño. Además, una alimentación rica en magnesio, potasio y vitaminas, como el pescado o la fruta y verdura, te ayudarán.

Estudiar es duro y no todos tenemos las mismas capacidades y necesitamos el mismo tiempo de estudio, pero con ganas y motivación lo lograrás!
Además, piensa en que si suspendes alguna asignatura deberás estudiar en vacaciones, ¿mejor hacerlo en su momento no?